UMA PAIXÃO COMO NENHUMA OUTRA, de Lynette Yiadom-Boakye

       “What good is love
Mmmm that no one shares”

           Dinah Washington

 

 

Se a minha vida se resumir
a uma pequena pétala que cai,
entre a mão de um deus e o negro
chão, eu terei conhecido o
maior dos amores possíveis.
 
Não, dirás. Nunca a queda,
nunca a perda. Sempre, e
apenas, a colheita.
A colheita, do cheiro e da
Luz, levada à pele seca
da minha vida.
 
Sim, dirás. É uma pintura
Bonita, deveras bonita.
Um rosto como nenhum
outro, recolhido no silêncio:
Fixo, frio, imbuído no maior
dos sofrimentos – a solidão.
 
Murcho, o rufo anuncia  que
metade de mim já morreu.

l_A_Passion_Like_No_Other_HR.jpg

Lynette Yiadom-Boakye - “A passion like no other”, 2012 (pormenor).

A Construção da Morte (nota de leitura)

Edição de 23 exemplares

Edição de 23 exemplares

Neste novo trabalho, Eduardo Quina vai aperfeiçoando o seu talento de poeta, a cada novo livro projecta melhor a sua voz. Desta vez, retomando temas anteriores (que são tanto vibrações como territórios discursivos) – a meta-poesia, a morte, a vida, a criação, o pecado, o desespero, a loucura, o eterno retorno, deus, a identidade –, emula-se com Herberto Helder, todos os poemas lhe são fiéis, e Os Passos Em Volta (renovando uma possível geografia de experiências). O olhar teo-antropológico habitual do poeta descobre vetustos demiurgos irados com a criação, como se se tivesse simplificado abusivamente os sentidos das palavras.

Escreverei encostado ao autor, expondo desajeitadamente algumas das ressonâncias provocadas pelas setas que me atirou.

A exigência poética obriga a criar no meio da loucura e do sem-sentido, esse é o material de construção. O “estilo”, arte de ordenar, procura conjurar as constantes e irredutíveis metamorfoses, em vão. Não há linhas de composição definitivamente validadas, os astúcias que se usam conduzem sempre a uma ratoeira. De qualquer forma, escreve-se, o poeta escreve, resolvendo enigmas com novos enigmas. Corre atrás da realidade, constantemente fabricada, porque deus não permite que se faça a paz com o fortuito.

Fortuito fora, desvanecimento dentro. O poeta é um não-ser. Órgãos feitos de pó que retornarão ao pó (o orgânico é um breve interregno). A estridência, que por vezes experimenta, só pode ser inconsequente (ainda bem). Tudo está amarrado a uma velha economia do desespero, não é possível sair deste círculo nevrálgico, porém menos ansiolítico do que a esperança (velha fake news). Então, fugindo às cegas para a frente, erigem-se lugares, e lugares, e lugares, e... sempre inóspitos, lugares para morrer. E se vamos resistindo, fragmentados em desconexas variações do eu, sabemos que basta o pecado fisiológico atingir uma pequeníssima parcela do ser para contaminar tudo.

Todavia, parece haver ainda uma consciência pronta a descrever um real que é “uma filosofia das paisagens / que dura sete dias e sete noites”. Claro que “é tudo mentira”, e mesmo quando se acede à sabedoria, ninguém sabe muito bem como, ela é “vil, esmagadora”. É por isso imperativo, diz-nos Eduardo Quina, trabalhar na própria morte, dar-lhe “o sentido do recomeço”. Talvez ela seja “essa força criadora e transformadora”. Talvez, “porque continuamos enclausurados / na mesma ausência”.

 

Poema de abertura:

ESTILO
o poeta não morre da morte da poesia

o texto em movimento
em acto contínuo:
poemacto:
a descodificação do género:

o estilo

a re-criação da forma ao
ritmo de uma unidade de significação

enlouquecemos naturalmente

é esse o ofício do refinamento
da escrita
do medo
esvaziando a loucura, criando a dignidade.
até à sua perda
absoluta

e a solidão ao centro

LECTURA EN ESPIRAL DE “CARACOL” (RUBÉN DARÍO, 1905)

Caracol é uma casa que se anda e a lesma é um ser que se reside. 

Manoel de Barros

1. DESINTRODUCCIÓN
 

A pesar de que “Caracol” [1], incluido en la sección “Otros poemas” de Cantos de vida y esperanza (1901), es un poema notable, la abundante crítica sobre Rubén Darío no ha mostrado mayor interés por él. Salvo algunos comentarios fundamentales, como los de Gustav Siebenmann [2] o Antonio Pagés Arraya [3], la lectura escolar de “Caracol” — basada esencialmente en la aplicación rigorosa de las reglas de la métrica, tan cara a Darío — eclipsa las peculiaridades del texto.

Las circunstancias que circundan al poema no son, en primer lugar, extrañas para el/la lector(a) experimentado(a), porque el contexto marino es el contexto de un número considerable de poemas a lo largo de la obra de Darío. Son de esto ejemplo “Marina” (Prosas profanas y otros poemas, 1896), a partir del cual evidencio la figura de Orpheu [4], y el homónimo “Marina” (CVE, 1905) [5], que comparte con “Caracol” la referencia a la figura de Europa y, según Arraya, la referencia al mar a través del recurso de la mitología griega [6]:

velas purpúreas de bajeles
que saludaron el mugir del toro
celeste, con Europa sobre el lomo
que salpicaba la revuelta espuma. [7]

“Yo soy aquel”, "Lo fatal", "Helios", "Nocturno", "Amo, amas" (CVE, 1905) también comparten con “Caracol” aspectos obvios, como el uso del polisíndeton, acentuado, por el ejemplo, de cuatro y en sólo dos versos (12 y 13); un ejemplo perfecto del crescendo adaptado al poema. “XV” (CVE, 1905) y “Caracol” dialogan, por lo demás, axiomáticamente: “y el ritmo que en nuestro pecho/ nuestro corazón mueve,/ es un ritmo de onda de mar” [8].

El ritmo, la voz órfica, o la canción universal escuchada por los vates, sugiere la idea de la poesía como lo que es susurrado a los oídos del/de la creador(a) por las Musas. Sustentados por la conocida retórica platónica, Siebenmann y Arraya resumen lo obvio: la melodía divina y unificadora, y más unificadora que divina, es la base de la creación literaria. Y al resumir lo obvio, se enfocan, a nivel de la forma y del contenido, en el aspecto sonoro del texto que, además de estratégico y consistente, evidencia, según ellos, la cualidad de “Caracol” entre los sonetos de Darío.

La importancia de la dimensión sonora de “Caracol” es, de hecho, central para el entendimiento del texto en dos niveles, pues el catálogo de vocablos, que refuerzan los declarados, internos y previsibles juegos rítmicos (“oro”, “toro”; “finas”, “divinas”) — primer nivel —, pertenecen al mismo universo lexical (“caracol sonoro”; “eco”; “oídos”) — segundo nivel. La acumulación de vocablos, cuyo significado está estrictamente ligado al sonido, no sólo amplifica el nivel sonoro externo de la composición, sino que permite la asociación gradual y figurativa entre su dimensión sonora y su menos evidente dimensión visual. La asociación léxico-sonora entre, por ejemplo, “caracol sonoro”, “eco” y “oídos” y la extensión de esta asociación a expresiones lexicalmente distantes (“ondas”; “dianas marinas”; “nave Argos”, “Jasón” o “corazón”), pero visualmente cercanas, es progresivamente espiral.

La sugestión visual de “caracol”, “ondas”, “oídos” y “vientos” — verbal, imaginaria o real — se encaracola mientras el poema avanza. El avance encaracolado del poema garantiza la interpretación de expresiones más rebuscadas, como “dianas marinas”, “nave Argos” o “Jasón”, pues la forma de las anteriores guía la lectura de las siguientes. Y voy por orden: la insinuación metonímica de la forma del arco de Diana y sus extremidades espirales, así como por lo menos una de las extremidades de la nave Argos, cuyo molde encaracolado se asemeja a los cuernos del carnero y, más tarde, a los cuernos del vellocino de oro (chrysómallon déras) buscado por Jasón y los argonautas culminan en la imagen vívida de las venas encaracoladas del corazón.   

2. APLICACIÓN PRÁTICA DE LAS CONSIDERACIONES PRESENTADAS EN LA DESINTRODUCCIÓN [9]

En la playa he encontrado un caracol de oro
macizo y recamado de las perlas más finas;
Europa le ha tocado con sus manos divinas
cuando cruzó las ondas sobre el celeste toro.

He llevado a mis labios el caracol sonoro
y he suscitado el eco de las dianas marinas,
le acerqué a mis oídos y las azules minas
me han contado en voz baja su secreto tesoro.

Así la sal me llega de los vientos amargos
que en sus hinchadas velas sintió la nave Argos
cuando amaron los astros el sueño de Jasón;

y oigo un rumor de olas y un incógnito acento
y un profundo oleaje y un misterioso viento ...
(El caracol la forma tiene de un corazón.)

Patrícia Lino, 2018.

Patrícia Lino, 2018.

Patrícia Lino, 2018.

Patrícia Lino, 2018.

Patrícia Lino, 2018.

Patrícia Lino, 2018.

[1] Rubén Darío, Cantos de vida y esperanza (CVE), ed.: Marcelo Perazolo, s/l, LibrosenRed, 2008.

[2]  "Reinterpretación del modernismo", Spanish Thought and Letters in the Twentieth Century. An International Symposium Held at Vanderbilt University to Comemmorate the Centenary of the Birth of Miguel de Unamuno (1864-1964), Nashville, Tennessee, Vanderbilt University Press, 1966, pp. 503-505.

[3] “Revelación y mito en un soneto de Darío”, Revista Iberoamericana, v. XXXV, n. 69, Septiembre-Diciembre, 1969, pp. 441-458. Accesible aquí: http://revista-iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/viewFile/2369/2562.

[4] La figura de Orpheu no está directamente mencionada en “Caracol”, pero la de Jasón, sí; y, como sabemos, Orpheu lo ha acompañado durante el viaje de los argonautas en busca del Vellocino de Oro. 

[5] “Marina” y “Caracol” constituyeron, además, un conjunto titulado “Junto al mar”, publicado en Caras y caretas de Buenos Aires (18 de abril de 1903).

[6] Cito: “el mar aparece simbolizado en ese caracol singularísimo ofrecido maravillosamente al poeta y que inmediatamente remonta su imaginación al mito: Europa, la hija de Agenor, rey de Tiro, va sobre las espaldas de Zeus, mientras éste, en forma de toro, nada hacia Creta”, Op. cit., 1969, p. 444.

[7] CVE, p. 72.

[8] CVE, p. 66.

[9] Todos los dibujos son creaciones originales de Patrícia Lino.

3 FLORES

“Pareils aux manequins;  vaguemente ridicules;
Terribles, singuliers comme les somnambules”

                                                   Baudelaire
 

A POSSIBILIDADE DE UMA ILHA

 É o ponto sem gordura e
Ociosidade.

                                                     de 2016 - In “Dentes Tortos” (2017)

 ………………………………………………………………………………………………………………

  EXCESSO

 

    “Ver é por princípio
ver mais do que se vê”

             Merleau-Ponty

     
Na avaria do grande
Booom-0.1 Tecnológico de 2048,
salvaram-se, apenas, algumas dezenas
de poemas,
dos biliões escritos entre 1995
e 2048.
Restabelecidas as ligações, alguns
elementos da Primeira Ordem vieram dizer
que nada de
importante se perdeu. Mas
tudo isto será verdade?
 
O Ministro do Mundo Virtual veio
acusar publicamente o aumento da temperatura,
como a causa
primeira desse apagamento.
Ninguém quer saber de poemas escritos
na primeira, segunda,
terceira, quarta… décadas deste século.
A preocupação principal, nos dias de hoje,
 é a falta de água.
 
Aos que ainda querem ler, o
Máximo Líder sugere aquele Velho livro, de Homero,
chamado Ilíada. Segundo ele, que nunca o
leu, é o único que importa e todo o resto é mera cópia.
O que pode ser verdade!
 
Para prazer dos cidadãos
do 2º Bloco, os que têm Tempo e água ao
seu dispor, foi refeita,
digitalmente, uma versão abreviada
do mesmo livro, com apenas
12 cantos.
Todos os heróis de segunda foram
apagados.
 
Escrevo este poema à maneira
Antiga,
neste português que já não se usa.
Demorei dois meses
a escrevê-lo. Preferi estudar esta língua
antiga a entrar na Grande
Empresa Coletiva
. Sortilégio, bem sei!
Sou, entre todos, o tolo do
3º Bloco.
 
Nas noites silenciosas e escuras narro com o
pouco que sei, sabendo
desde já, que numa
nova avaria  ou atualização este
 poema
 será A PA GA D_.
 
Se tiver sorte, entre o novo apagão e
a restituição da rede,
talvez o Máximo Líder me deixe
estudar, sossegadamente, esta língua
Morta.  
 
10.2018

    ………………………………………………………………………………………………………

 
DISTÓPICA POÉTICA

 

“Correr em direção à queda é
uma inclinação muito humana”

                     - Boualem Sansal.
 

Todos ligados numa rede
Imaterial:
Cérebro a cérebro, olho a olho.            
Todos ligados na mesma teia
de cola Super 3
comprada nos chineses por 2.99€.
 
Um Senhor, um só olho, enorme,
vermelho, como convém a um
monstro ditador,
dita uma só Lei, Uma só regra.
 
A verdade é já mistura com a
mentira, como o azeite na
água em turbilhão eterno.
Quem o para?
 
No meio do Metal, da Massa,
do Imposto deserto, na
cimentada cidade há um
tipo que colhe uma flor
e tem a audácia de a
renomear de Flor.
                                          30.12.18

26fc49_87d3a585a1ba4c1a98b7ea6ae82b3140.jpg


muhammad ali canta “stand by me” em 1963

como amantes
inexperientes, dançam.
sem querer
trocam os passos
é comovente a beleza
desse desequilíbrio
frágeis e zonzos
mas inteiros por dentro,
vê como balançam:
a equação matemática
de um movimento
que apesar de limitado
pende para a eternidade

os locutores implacáveis
em plano de fundo
comentam por cima da multidão
first real signs of weirdness;
first real signs
e numa curva
dorsal perfeita
um deles deixa que as cordas
cedam ao peso do corpo

o bailarino
chega a pensar
talvez o sino
me salve
mas isso
raramente acontece
e a valsa transforma-se agora
num quadro de caravaggio
retratando em traços de luz
a dignidade de quem contudo
se deixa bater até ao fim

agora que pode livre
cuspir o sangue dos golpes
fecha os olhos
sente ao longe o ritmo do contrabaixo
quente como a pele de um corpo
depois do embate
quando os vasos sanguíneos pulsam
a todo o vapor procurando vida
acima de qualquer ferida mais óbvia

enquanto a multidão furiosa
faz coro interior sem saber
muhammad ali discretamente sorri
e canta numa frequência infra-humana
stand by me,
stand by me,
stand by me.

  1. https://www.youtube.com/watch?v=BtIF0OqRnOE&start_radio=1&list=RDBtIF0OqRnOE

  2. A frase “first real signs of weirdness; first real signs” foi na verdade retirada da gravação de um combate entre Mike Tyson e Evander Holyfield.